Las gestiones en las administraciones de fincas aumentan de forma notable cada año y una de las incidencias más habituales es la gestión de los siniestros de sus comunidades. Por ello, los administradores de fincas se enfrentan al reto de agilizar estas gestiones y no invertir tanto tiempo para poder dedicarse a otras múltiples tareas mucho más productivas.
LA ASISTENCIA DE LA ASEGURADORA: NO SIEMPRE NUESTRA GRAN ALIADA
Venimos observando una pérdida de calidad por parte de las aseguradoras a la hora de gestionar los siniestros de los seguros de las comunidades donde este servicio es clave para la resolución eficaz del siniestro. Los diferentes gremios (fontaneros, albañiles, pintores, etc.) quizá por el alto volumen de citas que tienen que gestionar no pueden ofrecer el servicio que siempre deseamos y no siempre los trabajos quedan terminados de forma correcta, suponiendo un problema importe para el administrador de fincas que tiene que estar reclamando una y otra vez a la aseguradora para que el siniestro avance y finalice de forma positiva.
PROBLEMAS QUE GENERA EN EL DESPACHO LA GESTIÓN DE SINIESTROS
Sin la ayuda necesaria, la gestión de los siniestros en las administraciones de fincas hacen que haya que invertir mucho tiempo: múltiples llamadas a las aseguradoras, vecinos afectados, presidentes que piden información, aclaraciones a peritos o empresas reparadoras, etc.
Además, vemos que en estas gestiones no se logra avanzar bien al no tener acceso real y directo a las redes de peritos, tramitadores y operarios de las aseguradoras, por ello, los siniestros se alargan mucho y no se logra concluir bien en múltiples ocasiones.
FUENTE DE QUEJAS Y RECLAMACIONES POR PARTE DE LOS VECINOS
Todo ello, hace que el nivel de satisfacción por parte de los vecinos afectados disminuya y por ende aumente el número de quejas y reclamaciones por parte de los vecinos.
Esto no es agradable para el administrador de fincas ya que sin ser el responsable de lo ocurrido, muchas quejas recaen sobre ellos por las gestiones realizadas ante el seguro.
Incluso en casos extremos las comunidades han decidido cambiar de administración de fincas porque algún siniestro no se ha resuelto de una forma correcta y el enfado ha hecho que algún vecino convenciera al resto de la irreal ineficacia por parte del administrador.
DESPUÉS DE LA TORMENTA SIEMPRE LLEGA LA CALMA
Como bien dice el refrán, después de la tormenta siempre llega la calma y eso por suerte también pasa en este caso para las administraciones de fincas.
El contar con una correduría de seguros especializada en la gestión de seguros de comunidades y con un buen método de gestión de siniestros hace la vida muchísimo más fácil al administrador de fincas y a sus equipos ya que muchos de los problemas antes comentados disminuyen de forma notable ya que son solventados de forma eficaz por parte del equipo de la correduría de seguros.
El delegar estas gestiones hace que los siniestros avancen mucho más rápido y sobre todo cuando hay un problema, este se puede resolver con éxito ya que la correduría de seguros tiene acceso directo a la aseguradora y a la red de peritos, tramitadores y operarios por lo cual siempre la comunidad y el administrador tendrán a su mano gente de su confianza para ayudarles en los «malos momentos» del siniestro.
CONCLUSIÓN
Queda claro que la óptima gestión de los siniestros de las comunidades se ha convertido en una de las prioridades para una administración de fincas debido a los muchos problemas que puede generar.
De cara a ahorrar mucho tiempo y a aumentar el nivel de satisfacción de los vecinos para fidelizar todavía más a las comunidades hace casi imprescindible el contar con el apoyo y ayuda de una correduría de seguros especialista en comunidades que les le permita centrarse en lo más importante para el administrador de fincas: ¡gestionar su comunidad! 🙂